Un estudio encuentra que un cuidado infantil de alta calidad contrarresta las carencias de la pobreza
Por Peter West
Reportera de Healthday
MIÉRCOLES, 16 de septiembre (HealthDay News/DrTango) -- Los científicos saben desde hace tiempo que la pobreza puede inhibir el desarrollo intelectual de un niño. Sin embargo, los investigadores acaban de encontrar un posible ecualizador, un buen entorno de cuidado infantil diurno.
Un centro de cuidado infantil diurno de alta calidad para los niños pobres más pequeños podría ser suficiente para contrarrestar los efectos de un ambiente familiar negativo y ofrecer una buena base para el desarrollo habilidades escolares, al menos hasta el quinto grado, de acuerdo con un estudio reciente.
El equipo de investigación, dirigido por Eric Dearing, profesor asociado de la Facultad de educación Lynch del Boston College, encontró beneficios significativos en los niños que recibieron cuidados infantiles diurnos de alta calidad durante sus primeros cinco años de vida.
Es probable que las familias pobres estén demasiado abrumadas por el estrés de la supervivencia como para dedicar tiempo o recursos a ayudar a sus hijos a alcanzar el éxito académico posterior, pero Dearing cree que el cuidado infantil de alta calidad puede llenar este vacío.
"Incluso la exposición mínima a un cuidado infantil de alta calidad fue suficiente para compensar las carencias observadas a menudo entre los que crecen en la pobreza", aseguró Dearing, cuyo equipo analizó los datos de más de 1,300 niños, muchos de los cuales vivían en o por debajo de la línea federal de pobreza, en diez regiones de Estados Unidos. Los datos, que son parte de un estudio federal de largo plazo que comenzó en 1991, incluían observaciones de medio día de niños en guarderías.
Dearing definió como cuidado infantil diurno de "alta calidad" a los entornos que ofrecían atención personalizada, estimulación intelectual y bienestar emocional por encima de la media a bebés y niños pequeños. El cuidado infantil diurno de alta calidad, apuntó, no se debe confundir con los servicios elitistas de las comunidades más acaudaladas. Más bien, puede ser tan informal como la casa de la abuela o tan organizado como una guardería del vecindario.
Los hallazgos aparecen en la edición de septiembre/octubre de Child Development.
El equipo del estudio, integrado por investigadores de la Universidad de Samford en Alabama y de la Facultad de Estudios de Postgrado en Educación de la Harvard, encontró que un cuidado infantil diurno de alta calidad beneficiaba a la mayoría de los niños, ya fueran pobres o de clase media. Y mientras mayor era la exposición a un cuidado infantil diurno de buena calidad, mayor era el impacto, agregó Dearing. La mayoría de las guarderías del estudio no tenían estándares de admisión, por lo que no había ningún sesgo para dar preferencia a niños de mayor coeficiente intelectual, apuntó.
El efecto se observó en niños de familias que percibían ingresos cercanos a los de la clase media, y era más significativo a medida que el nivel de ingreso familiar disminuía, apuntaron los investigadores. Esto significa que incluso una breve experiencia en una guardería de alta calidad a principios de la infancia se asociaba con logros significativamente mejores en matemáticas cuando el niño llegaba a la escuela intermedia.
Tan poco como uno o dos años de guardería se relacionaban con un incremento de cinco por ciento en las calificaciones de matemáticas para los niños de familias de menores ingresos (200 por ciento de la línea de la pobreza), y este incremento se intensificaba a medida que el nivel de ingreso familiar descendía.
"Los mayores beneficios estimados del cuidado infantil de alta calidad fueron visibles entre los niños más pobres, pero incluso en los niños próximos al 200 por ciento de la línea de la pobreza los efectos de un cuidado infantil de alta calidad se compararon favorablemente con los de niños de familias de mayores ingresos", de acuerdo con el estudio. "De hecho, para estos niños, apenas uno o dos episodios de cuidado infantil de alta calidad produjo impactos en los logros estimados similares en cuantía a los esperados en el caso de que el ingreso familiar aumentara lo suficiente como para pasar de un ingreso bajo a uno de clase media aproximadamente",
Los padres pobres así como los ricos necesitan centros que cuiden de sus hijos mientras trabajan o asisten a la escuela. Estas familias se ven obligadas a menudo a depender de un cuidado infantil diurno por debajo del estándar debido a las pocas opciones que tienen, apuntó Dearing.
El estudio no hizo recomendaciones específicas para mejorar el cuidado infantil diurno en las comunidades pobres, pero Dearing sugirió la necesidad de educar mejor a los padres sobre cómo obtener un cuidado infantil diurno de calidad así como ofrecer más financiación pública para guarderías. Para los niños que no tienen acceso a un cuidado infantil de mayor calidad, la intervención posterior en las escuelas públicas también podría ser efectiva.
Marta Flaum, psicóloga de Chappaqua, Nueva York, estuvo de acuerdo con las conclusiones de Dearing.
"Desde luego, tiene sentido, ya que conocemos el papel crítico que tienen las experiencias tempranas en el desarrollo de los niños", dijo Flaum. "Los primeros años de vida son muy críticos para la estimulación del lenguaje, el razonamiento y la resolución de problemas, y para estimular la curiosidad y el amor por el aprendizaje. Estas son ventanas de oportunidad para dominar con maestría estos puntos de referencia tan importantes, y si durante este periodo no se adquieren habilidades, el aprendizaje será mucho más lento y existe el riesgo de que se produzca un retraso permanente en el desarrollo".
Otra estudio relacionado encontró que los niños que fueron amamantados de bebés tenían mayores destrezas cognitivas en comparación con los niños que tomaron leche de fórmula. Los científicos creen que el ácido docosahexaenoico (ADH), un ácido graso esencial que se encuentra en la leche materna, es responsable por la mejora de las habilidades cognitivas.
Cuando el ADH se añadió a la leche de fórmula, los bebés mostraron mayores mejoras cognitivas que los bebés que tomaron leche de fórmula regular.
"Actualmente, no existe un consenso claro en cuanto a si la leche de fórmula se debería complementar con ADH", apuntó en un comunicado de prensa el autor principal James R. Drover, profesor asistente de psicología de la Memorial University en Canadá. "Sin embargo, nuestros resultados sugieren claramente que alimentar a los bebés con leche de fórmula enriquecida con altas concentraciones de ADH ofrece efectos beneficiosos para el desarrollo cognitivo".
http://healthfinder.gov/
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