30/6/15

En la niñez se programa el riesgo de infarto 30-06-15

 
En la niñez se programa el riesgo de infarto

La forma en que los niños suben de peso entre los 2 y los 11 años de edad es un factor de riesgo cardiovascular aún más importante que el sobrepeso en cualquier otro momento de la vida, afirma un estudio publicado esta semana en la revista médica The New England Journal of Medicine.

"Nuestra investigación muestra que es la tasa de aumento de peso, y no el grado de obesidad en un momento dado, el principal factor que predice futuros problemas -declaró el profesor David Barker, investigador de la Universidad de Southampton, Inglaterra, y principal autor del estudio-. Aquellos chicos que tienen el mayor riesgo cardiovascular a futuro son invisibles: uno no los podría detectar en el colegio en forma inmediata, sino que necesita monitorear su peso corporal durante un largo período."

El estudio de Barker, financiado por la Fundación Británica del Corazón, reveló que son los chicos que nacen con bajo peso, que luego a los 2 años siguen teniendo un peso menor que el de sus pares y que alrededor de los 11 años presentan sobrepeso los que tienen el mayor riesgo de enfermedad cardíaca en la vida adulta.

Quienes reúnen esos requisitos durante su desarrollo tienen una tendencia a padecer fenómenos de resistencia a la insulina: las células se vuelven resistentes a esta hormona, lo que lleva a un aumento de los niveles de glucosa en sangre. El exceso de glucosa en sangre, característico también de la diabetes -que de hecho puede constituir el paso siguiente a la resistencia a la insulina-, es un importante factor de riesgo cardiovascular.

"El bajo peso al nacer, al igual que la mala nutrición durante los primeros años de vida, ha sido asociado con una masa de islotes pancreáticos [productores de insulina] más pequeña y de menor capacidad. Esto genera una situación de desventaja que al encontrarse más tarde, en el comienzo de la adolescencia, con un aumento de peso causado por una alimentación excesiva o sedentarismo, hace que el páncreas no responda adecuadamente a la necesidad de producir insulina", explicó el doctor León Litwak, jefe de diabetes del Hospital Italiano.

El perfil de riesgo que denuncia el estudio se asemeja al que reúnen las clases menos favorecidas de los países en desarrollo: "Los chicos nacen con bajo peso y durante la infancia atraviesan una situación de desnutrición, pero en la adolescencia la exposición a la comida chatarra [que es más barata] hace que se vuelvan obesos después de haber estado desnutridos", comentó Litwak. Y eso, confirma el estudio, deja su huella cardiovascular.

"Un desarrollo temprano lento y la subnutrición dentro del útero materno parecen programar un metabolismo ahorrativo que lleva a la resistencia a la insulina, que se vuelve inapropiada ante una nutrición adecuada o incluso excesiva", concluyó Barker.

No hay comentarios:

Publicar un comentario