2/2/17

Cómo lograr que sus niños coman mejor [2-2-17]

Cómo lograr que sus niños coman mejor

Consejos de expertos para evitar que sus niños coman en exceso o tengan una dieta poco variada.

Falta de educación nutricional. En esta frase se resumen todos los problemas de alimentación que afectan a los niños de hoy, envueltos en una serie de comportamientos y hábitos que a largo plazo pueden derivar en conductas alimentarias inadecuadas, además de sobrepeso u obesidad.

Claudia Angarita, directora y nutricionista del Centro Colombiano de Nutrición Integral (Cecni), explica que actualmente no existe el hábito de desayunar o la selección de alimentos que lo conforman no es la adecuada. Hay un incremento en la ingesta de alimentos con altas cantidades de azúcares, grasa y sal, y un pobre consumo de frutas y verduras, ocasionando deficiencias nutricionales desde temprana edad.

Además, en Colombia se presenta una deficiencia de nutrientes en menores de 5 años. Los más críticos son: vitamina A, C, ácido fólico, vitamina B12 y minerales como hierro, zinc y calcio.

“Todo esto conlleva a que los niños se tornen selectivos al momento de comer -dice Angarita-, limitando el consumo de alimentos con un valor nutricional adecuado. También la ingesta de líquidos es menor a la recomendada, por lo tanto no se cumple con la recomendación de tomar de 1,2 a 1,5 litros de agua por día, ocasionando que se presente la sed, síntoma característico de la deshidratación”.

Por otro lado, están la presión para comer, la falta de conocimientos sobre el tamaño de las porciones apropiadas para los niños y la misma conducta alimentaria de los adultos, quienes deberían ser ejemplo para ellos.

Sandra Patricia Alfaro, nutricionista-dietista del Centro Médico Imbanaco de Cali, dice que en muchos casos “los padres creen que cuanto más gordito el niño, más saludable está. De igual manera, les sirven porciones más grandes de las que requieren, y si no se lo comen todo, muchas veces ejercen presión para que lo hagan. El resultado de esta práctica es que se va agrandando el volumen gástrico y el niño cada vez necesita más comida para quedar satisfecho. Este exceso calórico lo va llevando, paso a paso, al sobrepeso y la obesidad”.

Agrega que tanto los padres como los abuelos y los cuidadores premian a los niños para que coman, generalmente con comidas rápidas o golosinas. Esto, además de sobrepeso y obesidad, genera una conducta alimentaria donde la manipulación de parte del niño hacia los padres pasa a jugar un papel muy importante.

Igualmente, los adultos exigen a los pequeños conductas que ellos mismos no ponen en práctica. Por ejemplo, cuando se les prohíbe tomar bebidas azucaradas, pero sus padres o cuidadores las consumen delante de ellos.

Ambas expertas están de acuerdo en que actualmente los niños tienen un muy bajo consumo de frutas y verduras, aun cuando la mitad de la canasta familiar debería estar compuesta por estos alimentos, que son reemplazados por productos industrializados altos en calorías, azúcares y grasas, a lo que se suma que cada vez más los pequeños están más quietos, no practican actividades lúdicas por las largas horas de colegio y por estar mucho tiempo frente a la televisión y a equipos electrónicos.

Otro factor de riesgo para el sobrepeso y la obesidad es el contenido de la lonchera. “Los alimentos que las conforman no son saludables ni naturales, sino industrializados, altos en calorías, harinas y grasas”, explica Alfaro.

Los alimentos nuevos

Introduzca uno a uno los distintos tipos de alimentos usando los cinco sentidos. Es decir, que los pequeños toquen el alimento, aprecien su color, su aroma, su sabor. Es la única manera a través de la cual conocen el alimento.

Adicionalmente, hay que invitarlos a hacer el mercado y a participar en la preparación de las comidas. Los expertos aconsejan hablarles de los beneficios de cada alimento para su cuerpo. “Esto es conocimiento en nutrición y de allí nace una adecuada conducta alimentaria”.

Cuánta comida deben consumir a diario

Entre cuatro y cinco porciones de frutas (del tamaño del puño de su mano). Mínimo dos porciones de verduras (del tamaño de sus dos manos en forma de taza); dos porciones diarias de carne (del tamaño de la palma de la mano).

Entre cinco y seis de harinas (del tamaño de un puñito), incluye las legumbres.

Cinco porciones de lácteos (entre leche, yogur, queso); la mantequilla pura es benéfica, puede untar una cucharadita diaria en los diferentes alimentos y usar aceite de oliva en las preparaciones, menos en frituras.

Claves de uso diario

- No utilice la comida como premio o castigo.

- Si hay un alimento que no sea totalmente de su agrado, sirva pequeñas cantidades de este mezclado con otro que le guste. Esto permite que poco a poco acepte el que rechaza.

- Cuando rechace un alimento, presénteselo una y otra vez en el plato. Los estudios demuestran que después de 15 veces, el alimento finalmente es aceptado por el niño.

- Deje alimentos al alcance de los pequeños sin ofrecerlos, especialmente frutas y verduras.

 - No los obligue a comer.

- Los padres deben estar relajados cuando los acompañan a comer.

- Deben darles cinco comidas al día, por lo menos cada tres horas. Evite el picoteo entre estas.

- Minimice las distracciones durante la comida.

- Introduzca alimentos nuevos gradualmente.

- No restrinja ningún alimento; en la moderación está la clave del éxito.

- Seleccione alimentos de calidad y que estén fortificados con vitaminas y minerales.

- Lea las etiquetas de los productos y seleccione aquellos que tengan menor cantidad de azúcares y grasa.

- Ofrézcales alimentos ricos en proteína como carnes, aves, pescados, huevo, y leguminosas como el frijol, lenteja, soya.

- Los lácteos y derivados son claves para su crecimiento y desarrollo por su contenido de calcio y vitamina D.

- Trate de que consuman tres porciones de frutas y dos de verduras al día.

- Use en sus preparaciones aceites y grasas vegetales, preferiblemente.

- Ofrezca cereales, tubérculos, plátanos con moderación, de acuerdo a la actividad física que realicen.

- Modere el uso de azúcares y de sal. Solo inclúyalos después del primer año de edad.

- Las bebidas con soya y jugos de frutas fortificados con vitaminas y minerales pueden ser de utilidad en cualquier tiempo de comida.

- A mayor actividad física, mayor es el apetito. Permita que los niños corran, jueguen, salten y sean muy activos.

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