Un estudio encuentra que los chicos problemáticos son más propensos a morir o a estar discapacitados en la mediana edad
JUEVES, 10 de diciembre (HealthDay News/DrTango) -- Los antecedentes de delincuencia aumentan el riesgo de un hombre de morir o quedar discapacitado para cuando tiene 48 años de edad, según investigadores del Reino Unido.
Los hallazgos provienen de un estudio que comenzó a seguir a 411 chicos del sur de Londres cuando tenían entre ocho y nueve años en 1961. Entre aquellos que mostraban conducta antisocial (como faltar a la escuela o ser problemático o deshonesto) a los diez años, y que también fueron condenados por un crimen para los 18 años, uno de cada seis (16.3 por ciento) había muerto o había quedado discapacitado para los 48.
Eso es casi siete veces más que el índice de mortalidad o discapacidad de uno en 40 (2.6 por ciento) entre los hombres que no se metieron en problemas en su juventud, anotaron los autores del estudio en su informe, que aparece en la edición de diciembre de la revista Journal of Public Health.
"Nos sorprendió ver una relación tan potente entre estas influencias tempranas y la muerte prematura, y esto indica que cosas que pasan en las familias a los ocho o los diez años de edad son parte de una progresión hacia la muerte prematura", apuntó en un comunicado de prensa del editor de la revista el líder del estudio Jonathan Shepherd, director del Grupo de Investigación sobre Violencia y Sociedad en la Universidad de Cardiff en Gales.
"También fue sorprendente que el aumento no se limitó al abuso de sustancias u otros problemas de salud mental que se sabe se relacionan a un estilo de vida antisocial, sino que incluyó la muerte prematura y la discapacidad por una amplia variedad de enfermedades crónicas como enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular, enfermedades respiratorias y cáncer", añadió Shepherd.
"En este momento, no sabemos exactamente por qué la delincuencia aumenta el riesgo de muerte prematura y discapacidad en la mediana edad, pero parece que la impulsividad, o la falta de autocontrol, en la niñez y adolescencia fue un tema subyacente común", aseguró Shepherd. "Tal vez los estreses y luchas de un estilo de vida antisocial y tener que manejar todas las crisis que tal vez se hubieran evitado con un mayor autocontrol conllevan un precio".
El hallazgo "concuerda con la evidencia biológica sobre los efectos del estrés crónico sobre la enfermedad", afirmó.
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