Estudio dice que autocontrol en la infancia es sinónimo de buena salud y éxito en la adultez
Investigación de la U. de Duke sondeó a 1.000 personas, desde su nacimiento hasta los 32 años.
"Sosiégate" es, sin duda, uno de los enunciados favoritos de las madres para llamar a sus hijos al orden, la autodisciplina y el dominio de sí mismos. Ahora, un estudio de la Universidad de Duke comprobó que el autocontrol no es sólo un deseo imperativo de las madres, sino que tiene efectos en la salud futura y en el éxito de los niños en su vida adulta.
En la investigación, publicada en las actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., los científicos examinaron la información de más de 1.000 niños de la ciudad neocelandesa de Dunedin, los que fueron monitoreados, desde el día de su nacimiento hasta los 32 años. Los datos fueron reveladores: las personas que desde pequeñas se caracterizaron por tener mayor autocontrol fueron tres veces menos enfermas y más exitosas, que las impulsivas, en la adultez. Mientras sólo un 11% de las primeras enfermó y un 10% tuvo bajos sueldos, un 27% de los que fueron niños impulsivos presentó enfermedades de adulto y un 32% tuvo bajos ingresos en sus trabajos. Estos últimos también se involucraron más en delitos (43% contra 13%) y en adicciones (10%, versus 3%).
Para medir los grados de autocontrol, los científicos analizaron aspectos como la capacidad para frustrarse con facilidad, la falta de persistencia para lograr objetivos o realizar tareas y tener dificultad para esperar su turno, entre otros.
Los expertos comprobaron que la impulsividad y la relativa incapacidad para pensar en el largo plazo de los individuos con menor autocontrol les dio, también, más problemas con sus finanzas, el ahorro, el manejo de sus propiedades y las tarjetas de crédito.
Sin embargo, los participantes del estudio que de alguna manera encontraron una manera de mejorar su dominio de sí mismos a medida que envejecían, tuvieron mejores resultados en la edad adulta que lo que sus resultados habían predicho en la infancia.
Los investigadores dicen que el autocontrol es algo que se puede enseñar y ello podría ahorrar a los contribuyentes mucho dinero en atención de salud, justicia penal y problemas de abuso de sustancias en el futuro.
Para Muriel Halpern, siquiatra infantil y adolescente de la U. de Chile, la clave para forjar niños con autocontrol está en la crianza: Los papás deben ejercerla activamente. Manejándose consistentemente frente a las transgresiones de sus hijos, estableciendo límites con firmeza -pero con paciencia- y preocupándose de no generarles sentimientos de culpa. "No deben ser sobreprotectores ni tampoco ausentes, es necesario tener un equilibrio en este aspecto para no despertar ansiedades en los niños", dice.
En el caso de los niños que tengan alguna predisposición biológica -"que se distinguen porque tienen mayor cantidad de pataletas, son más insistentes con los papás y no aprenden de las experiencias pasadas"-, la siquiatra recomienda que sean evaluados y observados por especialistas, para que les hagan un seguimiento que les permita controlar sus impulsos.
latercera.com
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